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El DIABLILLO

El solsticio de Navidad

El solsticio de Navidad

Esta noche y mañana celebramos el nacimiento del niño Jesús. Ah, como, ¿qué se te había olvidado que eso es lo que se celebra en Nochebuena? Pues si señor, así es, o al menos desde que la iglesia católica lo instauró, hace cienes de años. Lo que quizá no sabes es que en realidad la noche del 24 y el día 25 eran en sus orígenes fiestas paganas para celebrar el solsticio de invierno. Según he leído por ahí, el nacimiento de Jesús se celebraba el día 6 de enero, atendiendo más al hecho de incorporarse a la humanidad que al de nacer (debe ser que se incorporó al hacerse mundialmente famoso por la visita de los reyes de Oriente). Como la iglesia no conseguía acabar con los ritos paganos, decidió trasladar la conmemoración del nacimiento al 25 de diciembre. Unos listillos estos de la iglesia ¿eh? 


Pero parece ser que las tradiciones del árbol de navidad, las comilonas y el hacerse regalos, vienen de las diferentes culturas paganas (celtas, romanos y otros sacrílegos) así que al final esas costumbres, con las que no ha podido la iglesia, han ido manteniéndose y evolucionando hasta lo que son hoy en día. Ahora parece que hay nuevas culturas paganas al acecho de la navidad y sus viejas prácticas: el consumismo sin freno, la globalización, el corte inglés... ¡incluso nuestro gobierno nos quiere  cambiar el tradicional pavo o cordero por conejo! En fin, a saber como celebramos la nochebuena dentro de 50 años. 

El diablillo, aunque por su origen “avernícola” no es un ser demasiado apegado a las fiestas navideñas, no puede evitar contagiarse del espíritu de estos días y por eso os recomienda: 

  • ¿Aun no sabéis que poner en la cena de esta noche o en la comida de mañana? En mi casa es tradición cocinar un caldo muy similar a este que he encontrado en http://www.acocinar.com/caldonoche.htm pero sin los currusquitos ¡Muy apetecible con este frío!
 
  • Esta recomendación es de las buenas. ¿No tienes nadie con quien cenar la noche del 24?

          Sin palabras 

  • Que mejor que tomar una buena infusión digestiva para después de las cenas y comidas opíparas que nos esperan. Como alternativas a la manzanilla o poleo que tanto aborrecen algunos, podemos tomarnos una infusión de regaliz, (no apta para hipertensos), o también de tomillo, muy digestiva y que además es buena para la garganta. Todo lo conseguiréis en vuestro herbolario más cercano, supongo.
 
  • Para quemar un poco el lechazo y los mariscos de estos días, podéis bailar al ritmo frenético de Muchachito Bombo Infierno el día 27 en la Riviera. 15 euros.
 
  • Se han puesto ya a la venta las entradas para el concierto de Kusturica, el día 27 de enero en La Riviera. Al lorito, que se acabarán pronto.
 
  • ¡Atención al ofertón! Ideal para desestresarse de la Navidad: los días 26, 27 y 28 podéis reservar alojamiento en algunos paradores de España por tan sólo 60 euros la habitación doble (IVA incluido), para las fechas del 2 de enero al 29 de febrero. Consultad en su página web www.paradores.es, entrando por ‘Ofertas’.

Solo me queda desearos feliz Navidad o feliz Solsticio de Invierno ¡como más os guste!

2 comentarios

PILUCA -

!!!AY DIABLILLO!!!, QUE PICARO ERES CON TUS COMENTARIOS, QUE RAPIDO SE LEEN, QUE PENA, ESPERANDO QUE LLEGUE EL PRÓXIMO LUNES CON ANSIEDAD. APROVECHANDO ESTAS FECHAS DESEOS DE FELICIDAD PARA TODA LA HUMANIDAD.

Norberto -

Gracias por estas aclaraciones de fechas y motivos. Creo que, al igual, sucede con otras muchas más fechas. Pero, sea como sea, tengo que decir que el lechazo y el pan de Cádiz que nos prepara mi madre este año, bien merecería de una Fiesta Nacional hubiera o no nacimiento o fuera o no una fiesta pagana. Lo mejor de estas fechas, es la REUNIÓN de la gente que se quiere, al menos ese es el principal motivo de celebración para mi. Aunque haya interferencias como las de El Corte Inglés, la muñeca de Famosa, el turrón 1880, etc, etc... que, en realidad, también evocan recuerdos entrañables con los que llevamos viviendo desde que eramos enanos... FELICES FIESTAS para todos los lectores de El Diablillo.